Es importante conocer también los efectos sobre los hijos e hijas de personas maltratadas, que desde luego son víctimas indirectas de las acciones de maltrato hacia sus madres/padres y en muchas ocasiones son también víctimas directas de maltrato.
De los datos disponibles en España, el 85% de los hijos e hijas de estas parejas han sido testigos directos de la violencia ejercida sobre sus padres y en un 65% de los casos también sufrieron maltrato directo, mayoritariamente de manera física y psicológica.
Entre los efectos más acusados sobre los y las menores se han descrito los siguientes:
• Físicos: Problemas de sueño, retrasos en el desarrollo físico y en el desarrollo del lenguaje, falta de apetito, alto nivel de actividad motora, terrores nocturnos.
• Emocionales: angustia, dificultades de vinculación, miedo, ansiedad, tristeza, preocupación por la madre, dificultades en la expresión de rabia y de emociones en general, baja autoestima y vergüenza, incluso ideas suicidas.
• Escolares: Dificultades de comprensión, problemas de concentración y rendimiento escolar.
• Sociales: problemas de interacción con iguales y adultos, relación ambivalente con la madre, relaciones conflictivas con iguales y en la adolescencia relaciones de pareja con conductas violentas.
Por tanto, desde los distintos ámbitos profesionales de la atención a menores, es necesario prestar atención a todas estas señales que pueden estar relacionadas con una situación de violencia de género.
No hay comentarios:
Publicar un comentario