Cuando el/la trabajador/a social entiende que el usuario no tiene las fortalezas necesarias para controlar sus impulsos o deseos socialmente censurables, es perjudicial a sí mismo o a otras personas, el/la trabajador/a social le provee un control externo.
Esta técnica se utiliza en casos concretos y con decisiones meditadas, tras haber probado otras técnicas o por riesgo vital.
No hay comentarios:
Publicar un comentario