Hoy es el Día Mundial del Parkinson, y rebuscando por internet, he encontrado una entrevista bastante interesante sobre el tema a través de la web de Discapnet. (pincha sobre el nombre para acceder a la web)
Os la copio…espero os parezca interesante también!!
Entrevista a Laura Carrasco, directora de la Asociación Parkinson Madrid
“Hoy se celebra el Día Mundial del Parkinson, hemos hablado con la directora de la asociación de esta enfermedad en Madrid para que nos cuente algo más sobre esta patología. A día de hoy, aún hay mucho desconocimiento sobre la misma, y la información y el diagnóstico precoz son esenciales para tratarla.
Laura Carrasco contesta a nuestras preguntas...
¿En qué consiste la enfermedad?
El párkinson es una enfermedad del sistema nervioso central, que consiste en que una zona en lo profundo del cerebro (llamada "sustancia negra") no segrega en suficiente cantidad un neurotrasmisor conocido como dopamina, el cual es necesario para regular adecuadamente los movimientos y el equilibrio, por lo que están alterados. Fue descrita por primera vez por el médico y paleontólogo inglés James Parkinson en 1817. Aunque actualmente no existe tratamiento curativo para el párkinson, se tienen nuevos conocimientos acerca de los factores que pueden causarla, incluidos factores genéticos y diversos factores ambientales.
¿Cuáles son los primeros síntomas?
Depende del paciente. En la Asociación Parkinson Madrid decimos que no hay un afectado igual. Al principio de la enfermedad no es nada fácil de diagnosticar, porque los síntomas son leves, poco específicos, y pueden llevar a confusión. La primera fase del párkinson no suele presentar todos los síntomas corrientes y típicos, por ejemplo el temblor y la rigidez. A menudo el inicio de la enfermedad se manifiesta como dolores articulares pseudo-reumatológicos, cansancio (que se suele achacar al exceso de trabajo, etc.), arrastrar un pie, dificultades al escribir (letra pequeña e ilegible) o cuadro depresivo de larga duración.
¿A qué edad se suele presentar esta patología?
La enfermedad de Parkinson puede presentarse a cualquier edad, pero es más frecuente en personas de edad avanzada. La edad media de inicio de presentación de los síntomas es a los 60 años. Según datos de la Sociedad Española de Neurología, el 70% de las personas que padecen párkinson en España tienen más de 65 años (lo que supone el 2% de los mayores de esta edad) mientras que un 15% no supera los 45 años.
¿Cuál es el tratamiento?
Anualmente la enfermedad de Parkinson no tiene cura, pero sí se puede controlar eficazmente. Por ello, los afectados de párkinson deben ingerir estos fármacos antiparkinsonianos de por vida, según la dosis y combinación de medicamentos que su neurólogo considere más adecuado para su caso en particular.
En la enfermedad de Parkinson precoz, el tratamiento está orientado a mejorar los síntomas, sobre todo los motores. En el caso de la enfermedad de Parkinson avanzada, los problemas directamente relacionados con los efectos secundarios a largo plazo de la medicación son los que representan el principal reto para el neurólogo. Los tratamientos farmacológicos son indispensables para el afectado de párkinson y, junto con las llamadas terapias complementarias, se mejoran síntomas físicos y retrasa la progresión de los se trastornos motores, favoreciendo un mayor grado de autonomía”.
El abordaje terapéutico de la rehabilitación deberá ser integral y contar con la coordinación de todos los profesionales que trabajan con el afectado de párkinson: psicólogo, fisioterapeuta, logopeda, terapeuta ocupacional y musicoterapia. En la Asociación Parkinson Madrid, declarada de Utilidad Pública y que actualmente cuenta con más de 1600 socios, se imparten anualmente 27.000 sesiones de estas terapias, a través de un tratamiento personalizado y previa valoración de cada paciente. En el caso de la fisioterapia y la logopedia, también se realizan en el domicilio de los afectados, donde aprenden a utilizar los recursos que tienen a su alcance. Esta rehabilitación permite mejorar la marcha y el equilibrio, retrasar los temblores, aliviar la rigidez y el dolor, superar los bloqueos, mejorar la comunicación y, en definitiva, ayudar al paciente con párkinson a realizar de forma independiente las actividades de la vida diaria.
Lo primero de todo, la investigación para curar la enfermedad o para lograr retrasar sus efectos, por lo que sería importante invertir en las diferentes vías de estudio. Mientras esto se produce, en el día a día, los afectados reclaman que la sociedad esté sensibilizada con la enfermedad para evitar sentirse estigmatizados. Para ellos también es fundamental recibir una atención sanitaria igualitaria y de calidad apostando por la detección precoz y estableciendo Unidades de Trastornos del Movimiento hospitalarias que mejoren la derivación de los pacientes, así como el mejor conocimiento de la enfermedad por parte de todos los profesionales de la red sanitaria a través de formación específica.
Leyendas o mitos en torno a la enfermedad…
A pesar de ser una enfermedad neurodegenerativa, nadie se muere de párkinson, no es contagiosa, ni hereditaria (aunque, en un 5 por ciento de los casos, es por una predisposición genética), no está directamente relacionada con la demencia, ni se parece al alzhéimer. No es sólo una enfermedad de mayores y no todos los afectados tiemblan, ya que se suele confundir con el temblor esencial típico de las personas mayores. La práctica de la rehabilitación es fundamental. Actualmente, estas terapias son proporcionadas únicamente por las asociaciones de pacientes.”
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